Los mafiosos saben gozar de los placeres del momento sin preocuparse por el día siguiente. Es cierto que físicamente están preparados para estos banquetes y que, como rudos campesinos que son, dejan para el día del juicio final la subida del colesterol y los ataques de gota, aunque no pueden librarse de unos kilos de más".
La mafia se sienta a la mesa. J. Kermoal y M. Bartolomei
SI COMPARTO. AGUANTE LA MAFFIA. CUANDO ERA CHICO ME PREGUNTABAN QUE QUERIA SER Y RESPONDIA: "QUIERO TENER UNA MAFFIA..."
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